Los bancos y otras entidades financieras son, por naturaleza, entornos de alta seguridad. Precisan de los sistemas más robustos para proteger tanto los equipos físicos como información crítica. Estos edificios deben estar dotados de una seguridad estanca, es decir, saber quién está dentro del edificio y dónde se encuentra en cada momento.
Los diseñadores, prescriptores e instaladores de sistemas de control de accesos de alta seguridad saben que no hay dos proyectos idénticos. Cada sucursal de un banco o entidad financiera tiene una situación única, con requisitos específicos de seguridad y de acceso. Estos edificios deben combinar una seguridad rigurosa con una gestión eficiente, además del hecho de ser una zona de acceso público.
Encriptación de extremo a extremo
KRYPTO es la versión de alta seguridad de nuestro sistema de control de accesos online ATRIUM. Todos los intercambios de información que se dan en el sistema cuentan con encriptación AES128 (usada en transacciones bancarias) y AES256 (encriptación de grado militar); esta protección, junto con el hecho de que cada credencial en KRYPTO cuenta con unas claves de encriptación únicas y diversificadas (generadas automáticamente por el sistema), hacen que nuestro sistema sea incopiable y totalmente seguro de extremo a extremo. La clonación de tarjetas, un factor de riesgo importante en entornos de alta seguridad, resulta imposible gracias a este alto grado de protección.
KRYPTO no requiere de ningún tipo de programación previa o del uso de tarjetas de configuración de claves de encriptación. Desde el mismo momento en el que se conecta el sistema, la seguridad queda lista y activada.
Funcionalidades avanzadas
El controlador A22K puede gestionar funcionalidades avanzadas que pueden aplicarse para protocolos de seguridad.
Por un lado, se puede programar un contador de aforo, que contabiliza el número de personas que entran o salen de una estancia conforme validan su credencial en un lector de entrada y de salida; una vez alcanzado un límite programable, se puede deshabilitar el lector de entrada para evitar el acceso de más personas hasta que alguien salga.
También es posible programar sistemas de control de esclusas, que bloquean por completo un grupo de puertas una vez se abra una de ellas, y permanecerán así hasta que todas se encuentren cerradas.