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Cerradero simétrico de seguridad contra fallos, resistente al fuego, 12 Vcc, corriente continua
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Empecemos por lo sencillo. Las cerraduras son dispositivos que aseguran algún tipo de puerta o entrada para controlar qué personas pueden acceder. Hay muchísimos tipos de cerraduras en el mundo, cada una con sus ventajas e inconvenientes. La mayoría de la gente está familiarizada con las cerraduras mecánicas, como las que suelen utilizarse en las puertas exteriores de las casas. Se controlan con una llave o palanca física que activa un mecanismo de apertura dentro de la cerradura.
En cambio, las cerraduras electrónicas se controlan mediante corriente eléctrica. Hay distintos tipos de cerraduras electrónicas que utilizan diferentes métodos para asegurar la puerta. Entre ellos están los imanes, los cierres metálicos y los cerrojos motorizados.
Utilizar cerraduras electrónicas en lugar de mecánicas tiene muchas ventajas. Por ejemplo, como no hay cerradura física en una cerradura eléctrica o magnética, la cerradura no se puede forzar. Además, las cerraduras electrónicas están automatizadas, mientras que en una cerradura tradicional alguien debe acordarse de cerrarla, lo que aumenta el riesgo de error humano.
Las cerraduras electrónicas están diseñadas para su uso con sistemas de control de acceso. Estos pueden ser sistemas en línea o autónomos. La principal ventaja del control de accesos es que simplifica la tarea de garantizar que sólo las personas autorizadas puedan entrar en zonas restringidas. Cortar llaves nuevas para cada persona que las necesita es caro y lleva mucho tiempo, y es difícil saber quién tiene cada llave. Con cerraduras electrónicas y un sistema de control de acceso, los usuarios y sus credenciales pueden añadirse, cambiarse o eliminarse fácilmente.
Otra ventaja de las cerraduras electrónicas es la supervisión y visibilidad que ofrecen. Cuando una puerta se abre con una cerradura y llave tradicionales, no hay forma de saber quién la ha utilizado y cuándo. Las cerraduras electrónicas se pueden supervisar y mantener un registro de eventos para saber exactamente quién entra y sale de una zona en un momento determinado.
Existen cuatro tipos principales de dispositivos electrónicos de cierre:
Cada una utiliza un método diferente para mantener la puerta asegurada. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, y cada cerradura se adapta mejor a una puerta o edificio.
Las cerraduras electromagnéticas constan de dos partes principales: un electroimán y una contraplaca. La placa de inducido se fija a la propia hoja de la puerta, mientras que el imán se fija al marco de la puerta. Cuando se aplica corriente eléctrica al circuito, el imán se enciende y crea un potente campo magnético. La contraplaca se ve fuertemente atraída por el imán, y esta fuerza de atracción mantiene la puerta cerrada. Cuando se quita la corriente, el campo magnético disminuye y la puerta puede abrirse libremente.
Las cerraduras electromagnéticas son especialmente adecuadas para salidas de emergencia y puertas cortafuegos que deben permitir la libre salida en caso de emergencia, así como para puertas de cristal en las que no se pueden instalar cerraderos eléctricos.
Los abrepuertas eléctricos constan de dos componentes principales: un pestillo motorizado y una placa frontal. Los cerraderos existen en modelos a funcionamiento invertido y a funcionamiento normal, que se diferencian básicamente en si el cerradero se activa cuando se conecta la alimentación o cuando se desconecta.
La placa frontal del cerradero se instala en el marco de la puerta y atrapa el pestillo o cerrojo motorizado que se instala en la hoja de la puerta. Cuando el cerradero se activa, ya sea por la aplicación o la retirada de energía, se mueve hacia atrás para liberar el pestillo o cerrojo de la puerta y permitir que la puerta se abra.
Los cerraderos son útiles en una serie de contextos en los que otros tipos de cerradura no son adecuados:
Los electropistones son un tipo de cerradura electrónica que utiliza corriente eléctrica para introducir un cerrojo en la cerradura. Normalmente, el cerrojo y su conductor se instalan en la propia hoja de la puerta, y la cerradura se instala en el marco de la puerta.
Un electropistón es un tipo de electroimán. En un electropistón, es este electroimán el que se utiliza para lanzar el cerrojo hacia su cerradura y viceversa. Los electropistones pueden ser a funcionamiento invertido o a funcionamiento normal, dependiendo de si la puerta se activa para bloquearse o desbloquearse cuando se aplica o se retira la alimentación.
Los cerrojos magnéticos pueden utilizarse en puertas de madera, metal o acero, y pueden instalarse en el lado largo de la puerta o en el lado corto superior de la misma. Si una puerta es muy estrecha en profundidad, un cerrojo electromagnético puede ser ideal cuando un electroimán o un cerradero eléctrico serían inadecuados.
Las ventosas de cizalla son un tipo de cerradura electrónica que combina una cerradura electromagnética con un cerrojo cerrojo motorizado. Cuando se aplica energía al electroimán, éste crea un campo magnético que atrae fuertemente la contraplaca. Además, cuando la puerta está cerrada, un cerrojo se desliza desde la puerta hasta el guardamonte, que puede instalarse en el marco de la puerta o en el suelo debajo de la puerta.
La combinación del electroimán y el cerrojo adicional hace que la fuerza de retención de las cerraduras de seguridad sea a menudo muy elevada. Sin embargo, debido al cerrojo, los dos lados de la cerradura de cizallamiento deben estar exactamente y perfectamente alineados para que la cerradura funcione. Con el tiempo, es habitual que las puertas, los marcos y los componentes de la cerradura se desalineen, lo que puede provocar que la ventosa de cizalla no funcione como se espera.
Las cerraduras electrónicas pueden ser a funcionamiento invertido o normal. Algunos tipos son definitivamente uno u otro, como las cerraduras electromagnéticas, que son a prueba de fallos por naturaleza. Otras, como las cerraduras eléctricas, pueden ser una cosa u otra o ajustables en función de las necesidades del proyecto.
A funcionamiento invertido significa que la cerradura se abre cuando se corta la corriente. Las cerraduras a prueba de fallos se utilizan principalmente para garantizar la salida segura en caso de emergencia, ya que si se corta la corriente, la puerta girará libremente y permitirá salir a las personas.
A functionamiento normal significa que la cerradura se abre cuando se conecta la alimentación. Por tanto, en caso de corte del suministro eléctrico, la puerta permanecerá bloqueada y mantendrá protegidos los bienes del interior.
Cerradero simétrico de seguridad contra fallos, resistente al fuego, 12 Vcc, corriente continua
Cerradero simétrico de seguridad contra fallos, resistente al fuego, 24 Vcc, corriente continua
Soporte magnético de pared para puertas
Soporte magnético para puertas, montado en el suelo
Cerradura magnética de superficie de 300 kg, vigilada, resistente al fuego
Cerradura magnética de superficie de 500 kg, vigilada, resistente al fuego
Cerradura magnética de doble superficie de 500 kg de nivel básico, vigilada
Cerradero simétrico de seguridad contra fallos, resistente al fuego, 12 Vcc, corriente continua
Cerradero simétrico de seguridad contra fallos, resistente al fuego, 24 Vcc, corriente continua
Esclusa de cizallamiento autoalineable de 1500 kg para montaje empotrado
FUERZA DE RETENCIÓN
La fuerza de retención es una medida de la resistencia de una cerradura. Medida en kilogramos o libras, la fuerza de retención indica la cantidad de peso que se necesitaría para romper la cerradura.
CERRADURA MONITORIZADA
Las cerraduras monitorizadas están equipadas con sensores que indican el estado de la cerradura. La monitorización permite realizar un seguimiento a distancia e informar con precisión del estado de la cerradura.
MONTAJE EN SUPERFICIE/EMPOTRADO
Las cerraduras de superficie se montan sobre la infraestructura física existente, como puertas y marcos. Las cerraduras de embutir se montan empotradas en la puerta o el marco.
INDIVIDUAL/DOBLE
Las cerraduras magnéticas simples constan de un solo imán. Las cerraduras magnéticas dobles tienen dos imanes en la misma carcasa, lo que duplica la fuerza de sujeción de la cerradura.
CLASIFICACIÓN AL FUEGO
La clasificación ignífuga es una certificación que se otorga a las cerraduras que pueden resistir el fuego durante determinados periodos de tiempo. En el Reino Unido, las normas de clasificación contra incendios más comunes son EN1634-1 y EN14846.
CARGA LATERAL
La carga lateral o precarga es la fuerza ejercida sobre el cierre de una cerradura por una fuerza externa que empuja la puerta. Muchas cerraduras no pueden funcionar con carga lateral.
CORRIENTE CONTINUA
La corriente continua o constante es una corriente electrónica que funciona en una sola dirección y es una corriente estable en lugar de pulsante.
VARISTOR DE ÓXIDO METÁLICO
Las cerraduras equipadas con un varistor de óxido metálico (MOV) están protegidas contra las subidas de tensión. Ayudan a garantizar que la alimentación y el cierre sean constantes y fiables.
FUNCIONAMIENTO NORMAL / FUNCIONAMIENTO INVERTIDO
Las cerraduras de funcionamiento normal se bloquean por defecto cuando la alimentación está desconectada, y sólo se desbloquean cuando se aplica la alimentación. Las cerraduras de funcionamiento invertido se bloquean cuando se aplica corriente y se desbloquean cuando se corta.
PESTILLO AJUSTABLE/FIJA
Las cerraduras con pestillo ajustable pueden adaptarse ligeramente a las puertas con tendencia a dilatarse o contraerse. Un pestillo fijo significa que la cerradura no puede ajustarse de este modo.
CLASIFICACIÓN IP
La clasificación IP mide la protección contra la penetración. El primer dígito se mide de 0 a 6 e indica la protección contra sólidos, como el polvo. El segundo dígito se mide de 0 a 8 e indica la protección contra líquidos.
CLASIFICACIÓN IK
La clasificación IK mide la protección contra impactos mecánicos. La escala va del 1 al 10, siendo 10 la calificación más alta y protege contra una fuerza de 20 julios de impacto mecánico.